El PP de Alberto Núñez Feijóo se ha embarcado en un regateo fiscal con el que pretende engañar a la ciudadanía. Su narrativa al respecto es mezquinamente falaz, con una clara intención de manipular a las masas que, con una desafección política creciente, ya ni se molesta en hacer un mínimo ejercicio de reflexión. Las teorías económicas de Feijóo llevarían a España a unos ratios de desigualdad que, incluso, podrían en riesgo a los más ricos a los que pretende favorecer.
Los impuestos son necesarios. Al que fuera antecesor de Feijóo en el PP y presidente de España Mariano Rajoy le gustaba comparar la administración económica de un país con la de un hogar, afirmando que no es recomendable gastar más de lo que se ingresa. El nuevo líder de los populares parece haberse desmarcado de esos postulados, pues el tajo a los ingresos del Estado que demanda es colosal, al tiempo que los gastos se han disparado, como sucede en cualquier hogar con esta inflación galopante. Se ha desmarcado salvo, claro está, que pretenda reducir a la mínima expresión las prestaciones de la Educación y la Sanidad públicas y el resto de servicios que conforman el estado de bienestar.
Dejar que los millonarios no paguen de acuerdo a la riqueza que poseen, negarse a que las energéticas arrimen el hombro cuando están doblando sus beneficios y exigir la rebaja del IVA en la cesta de la compra de manera descontrolada se traduce en unas pérdidas multimillonarias para las arcas del Estado. Afirmaciones como las realizadas por Feijóo que indican que "el gobierno se queda con el dinero de los españoles" son irresponsables, falaces, viles.
¿Está ingresando más dinero el Estado en concepto de IVA con la inflación? Sí, es evidente, pero también ha de afrontar más gastos. Rellenar de diésel el tanque de una patrullera de la Guardia Civil puede costar cerca de 7.000 euros y apenas sirve para tres o cuatro días. Extrapolen ese gasto a nivel nacional en los más diversos ámbitos. ¿De dónde se sacará el dinero si no se ingresa? Es importante tener en cuenta que ya existe una bonificación cuando acudimos a la gasolinera que asume el Estado y una rebaja en el IVA del gas.
Por otro lado, ¿cuánto margen hay para rebajar el IVA? Pues cierto margen hay, pero lo que desde el PP no se indica es que los alimentos de primera necesidad ya disfrutan de un IVA superreducido del 4%, es decir, los huevos, las verduras, las frutas, las legumbres, el pan, el queso o la leche. En esos alimentos no hay margen para reducir. Sí lo hay algo, porque están gravados con un 10%, en la carne, el pescado, aceites y pasta, entre otros.
Al mismo tiempo, si Feijóo fuera honesto no sugeriría con tanta ligereza que España confisca, sino roba, el dinero a los españoles y españolas, porque el 50% de lo que se recauda cada Comunidad Autónoma va a parar a ese gobierno autonómico. Dicho de otro modo, Alfonso Rueda (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Fernando López Miras (Murcia), Juan Manuel Moreno (Andalucía), Juan Jesús Vivas (Ceuta)... son cómplices al 50% del saqueo del que acusa Feijóo al Gobierno de España. El PP se queda con el dinero de la ciudadanía, según la tesis de su presidente.
Feijóo, que ha perdido su locuacidad en lo relativo al ascenso del fascismo en Italia, se ha posicionado en contra de las políticas que dicta la Unión Europea en todos los ámbitos, tanto en lo relativo a la rebaja del IVA como en la bonificación a las grandes fortunas. Precisamente ayer lunes recibió un buen tirón de orejas al respecto del actual vicepresidente del Banco Central Europeo y ex ministro popular de Economía Luis de Guindos. Como ya sucede en las Comunidades Autónomas presididas por el PP, un gobierno de España liderado por Feijóo, con las tesis fiscales que defiende hoy desde la oposición, supondría un torpedo a la línea de flotación del estado de bienestar que lo hundiría sin posibilidad de reflotar.